Nuestros odontólogos podrían tener más que ver con la economía global de lo que pensamos.
Fue hace unos meses ya desde que el mercado de valores al alza, que boga sobre los promedios históricos ahora mismo, mostró síntomas de debilidad y decaimiento. Los inversores no enfrentabamos semejante mercado alcista desde la crisis de las puntocom (Y bien sabemos por qué se llama ‘crisis’) pero el momentum no para.
Por esto, en vídeos e interminables publicaciones online encontramos titulares agoreros al estilo ‘Este es el fin del mundo’ prediciendo el desplome de la supuesta burbuja económica. Pero… ¿Qué hay de cierto en todo esto? o, una pregunta más cómoda para los economistas ¿Cuáles son las chances de que esto ocurra? A lo mejor, los titulares no son más que una treta sensacionalista.
Pues bueno, ningún tema en economía es ni muy fácil ni muy cierto, y lo único cierto en este mundo, dijo Franklin, son la muerte y los impuestos. Así, los indicadores económicos no sugieren nada particular todavía. Excepto, claro, por nuestros dentistas.
Desde siempre se ha buscado que los indicadores económicos sean de modelo estable, o dicho más claro, que lo único que pueda mover a estos índices sea el estado de la economía, local y global, y no el de factores ajenos, como más gente comprando videojuegos y menos comprando libros. La oferta y demanda se equilibran en otros sectores.
El problema con esto es que conseguir los benditos indicadores es muy difícil, pues en economía todo afecta a todo por lo menos dos veces. Aquí nos salva la industria odontológica.
Al fin y al cabo, los odontólogos no cambian su modelo de negocios ¡Se dedican a la salud bucal! Y mientras los humanos no dejen de tener bocas, ni dientes, ni reemplacen el azúcar por algo no nocivo, serán demandados. La pregunta natural es ahora:
¿Cómo medir el bienestar económico haciendo uso de la odontología?
La respuesta es, en teoría, simple: Utilizando estadística descriptiva se mide el aporte que hace la odontología al PBI todos los años. Ya teniendo este dato en nuestras manos, hacemos uso del concepto del desvío estándar para medir qué tan lejos está el aporte al PBI actual con respecto al promedio. Mientras más alejado, más zaparrastrosa va la economía nacional, y ya con esto es más fácil predecir el futuro desarrollo económico.
El problema está, of course, en la práctica. Nadie que no esté en estrecho contacto con los institutos de estadística y censos nacionales puede acceder a los datos. Y aquellos que tienen acceso a ellos no pondrían esfuerzo para publicarlos; aunque quisieran, nadie gana contra las fuerzas burocráticas.
¡Pero existe una alternativa!
Y esa alternativa es la observación directa. ¿Cómo van los odontólogos en tu país?
Si vives en la capital, o una de las ciudades más pobladas, con tan solo observar te será fácil dilucidar qué ocurre con la economía. Mientras más cerca esté su nivel de actividad del nivel pre-pandemia, más cerca se estará de una circulación normal de capitales.
Esto obviamente no indica cuándo dejaran de sentirse las repercusiones en los niveles micro y macroeconómicos por la pandemia. Lo que indica es, más bien, qué tan cerca se está del nivel de actividad transaccional base que puede (Y lo hará) impeler la mejora y levantarnos de esta convalecencia.
Originally published at https://orocronco.blogspot.com on July 20, 2021.
